Las mañanas sin AMLO

No podemos negar que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) logró posicionar su marca personal. Tan es así que hasta mandó a registrar su nombre y todo lo que tuviera que ver con él. Un tremendo éxito.

Las mañaneras, lo vimos todos, fueron su sostén y su gloria en estos años en el poder.

A pesar de terminar no diciendo nada relevante, llegaron a cumplir un propósito fundamental que era el que  nos llegaron a entretener.

Y sí, se que es espantoso pensar que un presidente solamente nos pueda aportar entretenimiento y nada más, pero Andrés Manuel lo logró y con creces.

Sus mañaneras fueron amplificadas, compartidas, viralizadas, más que por la presencia de resultados, por las “puntadas” que se avienta todos los días.

No podremos olvidar la de veces que nos puso canciones, de esas que son sus favoritas. La de veces que cantó Eugenia León en la mañanera, y vaya que hasta Margarita, la Diosa de la Cumbia, dio un concierto ahí por el Día de las Madrecitas.

Tampoco podremos olvidar la de veces que él mismo se deleitaba viéndose proyectado en la pantalla en donde su siempre fiel Jesús subía videos del propio presidente.

O cómo olvidar cuando se enlazaba con diferentes partes de la República para hacer el show de que en contenedores pequeños bajaban de los aviones las vacunas contra el Covid. Como los enlaces eran en vivo se les iba la señal, nadie oía a nadie y terminaba por parecer gracioso el momento.

La ternura con que recuerdo a un Marcelo Ebrard casi haciéndole caravanas a AMLO aquel día histórico en que le dijo: “Misión cumplida, señor presidente”.

Tampoco podremos olvidar el día en que  nos mostró su musculoso brazo para ser inyectado en cadena nacional contra el Covid.

Y cómo olvidar también su sonora risa cuando contaba chistes y anécdotas del pasado, y las contaba y las repetía una y otra vez. Y el famoso: “Dice el Reforma qué hay masacres: je… je… je…

Inolvidable su “a ver Jesús, no tendrás por ahí… de casualidad” tal o cual video y el siempre eficiente de Jesús con su cabello alborotado corriendo de un lado para el otro buscando la petición del rey, y  o se tardaba años en ponérselo o le ponía otro… “noooo ese noooo, es otro”, le cuestionaba el presidente.

¡Ah!, pero también será inolvidable la participación de  los reporteros/periodistas/paleros que ahí estuvieron y nos entregaron momentos de carcajadas, como el Lord Molécula, leyéndole poemas y declarándole su amor, o los  otros de siempre, inventando medios donde según esto colaboran, presentándose con el “buenos días, oh, señor presidente. Vengo de prensa Tabasco, Tabasco hoy, yo soy Tabasco, Tabasco del amor, prensa Tabasco”.

Uuuuf… y ya casi estoy llorando al saber que también se termine quizá el espacio de Liz Vilchis, aunque creo que Claudia Sheinbaum requerirá de ella pues fue una buena estrategia por parte de AMLO  para distraer a la gente.

Pero no podemos negar que Liz Vilchis dejará huella en nuestros corazón con su torpeza al leer y su pésima actuación al querer darle intención a lo que leía.

Inolvidable también el dicho de “fuchi caca” de AMLO  que trascendió fronteras y hasta los niños repetían.

La cosa es que desgraciadamente para este país y afortunadamente para los morenistas/obradoristas todo esto hizo que diariamente el presidente fuera tema de conversación. Por eso es que Obrador dice y asegura convencido que es el presidente más popular y pues sí, porque supo entretener a las masas y esa es una genialidad que no cualquier tiene.

¿Qué pasará ahora que muy seguramente llegue Claudia Sheinbaum al poder? ¿Y esos momentos y chispazos de humor involuntario dónde quedarán?

Porque pues sí, la esencia de Claudia no es el chacoteo. Y al mexicano le encanta.

Tampoco es que se trate de que Claudia se vuelva comediante, pero definitivamente algo tendrá que hacer para llamar la atención y que se hable tanto de ella como se habla de su adorado padre adoptivo Andrés Manuel López Obrador.

Evidentemente la política no se trata de hacer comedia, pero este presidente nos acostumbró a ella.

Veo  muy difícil que el presidente de veras se vaya a retirar a  “La Chingada”, su rancho que tanto ama.

Yo creo más bien tendrá una sección dentro de las mañaneras de Claudia Sheinbaum. Porque sí, ya Clau nos aseguró que habrá continuidad en las mañaneras.

Quizá, entonces, el presidente le robe el puesto a Liz Vilchis y se encargue de la sección “Quién es quién en las fake news”. Seguramente.

La política en nuestro país se está volviendo tan trágica, que me dan ganas hasta de llorar y de reír a la vez.

Diría el cantante Marco Antonio Solís: ¿A dónde vamos a parar?

Es cuanto.

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