Gálvez la volvió a “pendejiar”

Todos nos equivocamos. Todos nos bloqueamos. Lo que es incomprensible es que a la señora X. Gálvez se le haya “ido” el discurso; ¡a la candidata para la presidencia! ¡Increíble! Se excusa o sus seguidores la defienden porque le apagó el telepromter. Es evidente que no iba preparada, que su discurso no estaba impreso en papel y mucho menos grabado en su mente. Ella, tan preparada, tan experimentada, se quedó muda. En un evento de tal magnitud se deben tener alternativas en caso de fallas técnicas. Y más cuando hay falta de intelecto y de experiencia.

Eso sí, Xóchitl dejó un claro mensaje: la candidata de la oposición no tiene ni idea del papel que representa, ni por lo que compite. Sus asesores son ineptos, o son escasos para poderla sacar de tanto apuro.

Era, para la oposición la candidata perfecta. Es mujer. Tiempo de mujeres dijeron en Morena, ¿no? Que apoye al pueblo. Ella se dice indígena. ¿No? Que se identifique con el pueblo, con la raza, ella caminó kilómetros para llegar a su escuela; desde niña luchó de manera incansable para salir adelante.

El de la mano negra, el jefe X, ese que desprecia a los pobres, a los maestros, estaba seguro de que Gálvez se identificaría con las amas de casa que trabajan limpiando calles, hogares ajenos, que planchan o venden tortas. Ella vendió gelatinas, miles… Cuando surgió una idea única e innovadora, -esta vez no plagió la idea-, porque fue sincera y dijo que se le había ocurrido a alguien de su familia: ponerle una pasita a sus coloridos productos. Las ventas incrementaron, fueron un “boom”… Así como su lanzamiento como candidata del Frente Amplio.

La presentaron como la candidata ideal. El jefe X., habrá pensado que portando esos coloridos huipiles -que después se supo eran importados- la integrarían con las mujeres de comunidades lejanas con ese desparpajo con el que se desenvuelve. Con sus vulgaridades. Sentirían además, que la señora X. es como ellas: una luchadora, invencible; porque corrió con sus desgastadas sandalias entre piedras y caminos llenos de lodo para ir a la escuela, con el huipil ondeando con el aire fresco de la mañana… Resultado: ahora es ingeniera en computación. Aunque por desgracia, el informe de titulación que presentó tenía párrafos enteros copiados, además de múltiples frases… Sin “citar”. ¿Qué nombre recibe semejante acción? Plagio…

Claro, que Enrique Graue, el ahora exrector con esa fama de tramposo, corrupto, junto al comité de ética, decidieron que ese pequeño “error”, no era plagio, al fin había copiado poco. Sanción: que la señora lo corrigiera agregando las citas.

Su multipartido, el frente amplio de corruptos aplaudió esa valentía, la osadía: “¡aceptó su error!”. Sin embargo, a la señora X no le quedaba de otra, porque ahora los “errores” de los integrantes del PRI, PAN y PRD y de todos los de la política y de cualquier ámbito no pueden ser escondidos por sexenios como antes. Ahora, existen las redes sociales; todos los mexicanos estamos al pendiente de todo, con una fuerte arma: el celular.

Xóchitl Gálvez, no es del pueblo, no es indígena, es una empresaria que se benefició con millones de pesos cuando fue delegada. Gálvez no siente empatía por los más necesitados, ella quiere quitar las pensiones. Gálvez quiere recuperar los saqueos, el reparto… Arrepentidos estarán por haber elegido mal a su candidata y furiosos ahora por haber menospreciado al pueblo mexicano.

El drama de vida de Xóchitl Gálvez no funcionó…

Quiero ver reír a Xóchitl cuando debata con Claudia Sheinbaum, será histórico. ¿La volverá a “pendejiar”? ¿Margarita Zavala será superada? Hay que darle crédito a Zavala, ella no maldice, no es vulgar, ella habla con elegancia, con determinación, con estilo, aunque nada, nada de lo que dice jamás se le entienda…

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