Salinas Pliego tiene proyecto político
“Una espera prolongada, tal como sucede en los consultorios médicos, induce a que se suelten las lenguas más pronto o más tarde, aflorando a la luz, aunque sea con una simple media palabra, las intenciones secretas.”
JOSÉ SARAMAGO
Ricardo Salinas Pliego tuvo una fiesta que cualquier político hubiera deseado. Llenó la Arena de la Ciudad de México con poco más de 22 mil personas. Regaló casas, dinero, electrodomésticos, coches y motocicletas para celebrar su onomástico. A nadie tiene que rendir cuentas.
Sabemos que como empresario tiene intereses económicos; los suyos muy grandotes. Que como concesionario de un medio de comunicación —y no cualquier medio— también los tiene, lo cual incluye brindar información a su audiencia (o eso se espera).
Conocemos a través de “X” (antes Twitter) que trae marcaje personal sobre Citlali Hernández (ella empezó, que conste) y que ahora se ha desatado un “enfrentamiento” con López Obrador sobre lo que puede o no comunicar TV Azteca sobre a catástrofe guerrerense.
De algo creo que no debe haber duda: la tragedia de Acapulco debe ser atendida por la autoridad y documentada por los medios de comunicación. Como dice el mismo Salinas Pliego, “la verdad incomoda”.
Desde Palacio Nacional, la cobertura se minimiza y se asegura que la razón detrás de esta es el pleito sobre el pago de impuestos, que no son pocos.
¿Por qué lanzarse con esto desde la mañanera? Quizá justificar la ineptitud de su gobierno ante la tragedia (hay muy dignas excepciones, por supuesto).
O tal vez esto se trate de una “vacuna” que le otorga el mismo macuspano a Salinas para que, en este pleito, el asunto de pagar impuestos se vuelva un tema blindado en favor del empresario. Después de todo, ambos coinciden en señalar que se trata de asuntos largos y añejos, que no nacieron en la actual administración…
Sin embargo, independientemente de los argumentos que ofrecen uno y otro, y de la validez de estos por cuanto a este debate en específico, Salinas Pliego tiene intereses POLÍTICOS que han aflorado (o se han hecho patentes) en la última mitad de este sexenio.
Con lo cual la pregunta se vuelve necesaria ¿cuál es el proyecto político del magnate para México? (Insisto, esto va más allá de los intereses económicos que conocemos de sobra).
¿Busca convertirse en el fiel de la balanza en temas electorales? Tal vez quiera que cualquiera que llegue a ser presidente de la República tenga que recurrir a él para conocer el “sentir” de —o convencer a— importantes sectores de la población.
No lo digo a la ligera; tan solo el video de su respuesta al “ataque” de López Obrador el viernes generó solo en una red social más de 7 millones de reproducciones y más de 87,000 tipos de reacciones (9 mil comentarios, 20 mil RT, 57 mil likes, un mil guardados), además de las respuestas e impresiones del propio “tío Richi” a algunos comentarios ahí vertidos. De hecho, Salinas le solicitó al experto analista de redes Carlos Piña: “debería ayudarme con una medición a mi video de respuesta al ataque del presidente en la mañanera del viernes, pero quítele la basura que generan los bots”.
Sospecho que de ahora en adelante veremos más y más posicionamientos políticos del empresario y más y más mediciones sobre el cómo la gente está respondiendo a sus actitudes de corte político-electoral.
En este intento de convertirse el gran decisor político, el informar sobre el desastre en Acapulco ha impactado en el discurso oficial, ha generado un movimiento en las huestes de la 4t de “apapachar” a la víctima sempiterna que habita en Palacio Nacional y ha provocado que la población de nuestro país pida y exija información fidedigna sobre lo que sucede en el puerto y en las zonas altas aledañas.
Salinas Pliego ha podido “llegar” a los acapulqueños de diversas formas mucho más claras de lo que lo ha hecho el gobierno cuatroteísta (ya no se diga el presidente AMLO). Y como tal, ha superado con acciones a quienes deberían ser los primeros en prestar ayuda a los damnificados.
Pero estoy convencida que hay más que jugar a ser el fiel de la balanza. Para el dueño de Grupo Azteca hay detrás un proyecto político, y lo que interesa aquí es dilucidar en qué consiste.
Él ya forma parte del consejo económico de esta administración. Por ende, ¿qué más quiere? ¿Definir las políticas —las públicas y las electorales— del próximo sexenio?, ¿buscar construir (o incluso él ser) el candidato para el 2027 apoyando la figura de revocación de mandato? Atención Sheinbaum; atención Gálvez; atención Ebrard…
¿Construye una candidatura para ‘la grande’ del 2030? ¿Ya se habrá colocado detrás de alguna(s) para este mismo 2024?
¿A cuál figura beneficia hoy por hoy que el magnate se lance a la política?, ¿a quién perjudica? Esto segundo es más fácil de responder: a los políticos actuales —incluyendo al mismo López Obrador— se trataría de un empresario que entra a la política sin necesidades económicas.
Aquí podría mencionar a Trump, a Berlusconi y decir cómo se beneficiaron económicamente de sus incursiones en la política. Pero dejando de lado las intenciones económicas, Salinas Pliego se lanza de lleno a la política. ¿Por qué?, ¿para qué?, ¿construyendo cuál alternativa?
Quita el sueño pensar en su posible proyecto político. De verdad que sí.