Preguntas a las convocatorias de Morena
En opinión de Onel Ortíz Fragoso, las convocatorias no quieren descubrir el hilo negro. Se ajustan a los requisitos establecidos en las constituciones estatales
Al filo de la medianoche del 18 de septiembre, Morena publicó las convocatorias para las elecciones de los coordinadores estatales de la CDMX, Tabasco, Chiapas, Veracruz, Puebla, Jalisco, Guanajuato, Yucatán y Morelos.
Para los procesos estatales, Morena desechó el modelo aplicado en la elección del coordinador nacional. Volvió al formato de encuestas de 2015, 2018 y 2021, con el cual tuvo buenos resultados.
Morena se dio cuenta que de nada sirvió ceder a todas las peticiones de Marcelo Ebrard, si al final del día descalificó el proceso. Pidió piso parejo. Fue inútil que los aspirantes renunciaran o pidieran licencia, que fijaran topes a los gastos de campaña, que definieran los tipos de actividades; que la encuesta oficial fuera acompañada de cuatro encuestas espejos y que se estableciera una larga lista de candados y mecanismos de seguridad. En suma, fue un proceso marcado por la desconfianza de uno de los participantes.
El amplio despliegue a lo ancho y largo del país realizado por las seis corcholatas fortaleció la presencia de Morena a nivel nacional. El proceso llegó a buen puerto, pero con la unidad fracturada por las descalificaciones de Marcelo.
Las aguas volvieron a su nivel. Las convocatorias no quieren descubrir el hilo negro. Se ajustan a los requisitos establecidos en las constituciones estatales. Nadie tiene que pedir licencia o renunciar a sus cargos. No define que tipos de actividades pueden realizar los aspirantes para promoverse.
Las adelantadas y adelantados que pidieron licencia están dándose de topes contra la pared, porque la mayoría al estar fuera del cargo, ven mermada su presencia en medios de comunicación y su nivel de influencia disminuye significativamente.
Las convocatorias prohíben los espectaculares, las bardas y las mantas. Como en la lucha libre, para cada llave hay una contra llave. Basta que los aspirantes realicen un “deslinde enérgico” de esta propaganda.
La Comisión Nacional de Elecciones de Morena, en cada uno de los nueve estados, realizará una encuesta y contratará dos encuestas espejo. Se aplicará el cuestionario estándar de Morena. Ninguno de los aspirantes tendrá representantes en esta mesa y menos propondrá metodología y cuestionario.
¿Las convocatorias tienen dedicatoria? No. Los aspirantes que AMLO conozca y les tenga confianza, los que Claudia Sheinbaum no vete; que tengan trabajo en sus estados y sean conocidos por la militancia, aparecerán arriba en las encuestas. En eso no hay misterio. No importa cuanta publicidad hagan. La propaganda es útil, pero no hace milagros.
Un punto importante en las convocatorias es el tema de la igualdad sustantiva. Las convocatorias remiten el tema al Estatuto de Morena. Está claro que, de las nueve coordinaciones en disputa, cinco serán para hombres y cuatro para mujeres. Pero queda ambiguo cual es el criterio para que una mujer sea competitiva.
La elección de coordinadores estatales de defensa de la 4T es un proceso interno. Morena podría elegir a los nueve coordinadores del mismo género. El problema parecería en el registro de candidatos, donde en caso de litigio y ante la ausencia de criterios claros, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación puede sentenciar en un sentido incierto. La pregunta que ronda las convocatorias es ¿quiénes serán los Marcelo Ebrard de los procesos estatales?
Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.
X: @onelortiz